#1 Obra nueva
BUSCANDO AL MAR MENOR
Hay pueblos que, sin tener costa, huelen a mar; pueblos que saben a reunión familiar; en lo que no se tiene nombre propio, si no que se es “la de la Antonia”. En uno de estos lugares, donde toda construcción tiene una historia que contar, se desarrolla este proyecto para una familia cuyo lema y sello es el verde esperanza y el rojo pasión.
Es difícil decir adiós al lugar donde una familia tiene sus raíces; demasiadas vivencias, demasiadas ilusiones, demasiados cortejos… Pero a veces es el tiempo y las inclemencias las que obligan a decir adiós a algunos escenarios. Y así, un estado demasiado avanzado de carbonatación, obligó a la demolición de la vivienda familiar.

Pero lejos de considerar este capítulo como un punto y final de esta historia, la familia decidió plantearlo como una nueva etapa, una segunda oportunidad para este enclave donde conviviesen la esencia de lo antiguo con la experiencia de lo vivido.
De este modo, la fachada se abre a la calle como antaño, pero esta vez no muestra sus estancias, si no un vestíbulo al aire libre donde recibir al visitante.

Así, los puntos de partida del proyecto fueron mantener la imagen exterior de la vivienda, pero buscando a la vez la privacidad; respetar la escala de lo rural, pero persiguiendo la visual de la laguna del Mar Menor, cuya presencia marca el carácter de la zona; pretender el confort interior de la vivienda considerando el exterior privado de la misma como una estancia más.
Esta vez, la vivienda no se conforma con la planta baja, si no que se eleva para generar un nuevo espacio, un portal de acceso a un paisaje de valor incalculable; el Mar Menor.

En planta baja aparecen las estancias esenciales, como son la sala de estar, la cocina y la zona de comedor para las grandes comidas familiares. Estos usos se presentan en un bloque continuo que conecta la fachada principal con el patio trasera; disfrutando de las ventajas de una ventilación cruzada. En este nivel se ubica también el dormitorio principal, completando así el programa de vivienda para un único individuo o una pareja.
En planta primera se disponen dos habitaciones auxiliares cuyo uso será constante cuando el núcleo familiar esté en su máxima expansión, y ocasional cuando los hijos que ya han abandonado el nido vengan sólo de visita. Obsérvese cómo la escalera desembarca en una sala desde la que ya se atisba el azul del mar. Para contemplarlo mejor se ha de cruzar la pasarela que conecta el cuerpo principal de vivienda con el cuerpo de garaje, en cuya cubierta se desarrolla un gran solárium en el que relajarse y encontrar un momento de paz MIRANDO AL MAR MENOR.